miércoles, 20 de marzo de 2013

Las Siete Palabras



Las Siete Palabras

1 -“PADRE PERDÓNALOS POR QUE NO SABEN LO QUE HACEN”.

Jesús pidió a su padre que perdonara a quienes lo crucificaban.



¿Por qué? Porque sabía que aquel que peca está bajo la ley de karma y tendrá que pagar con dolor y sufrimiento su ignorancia.
Tendrá que recorrer un triste camino hasta que aprenda a no pecar, por que el pecado es trasgresión a la ley de Dios.
Pecado e ignorancia son términos sinónimos. Por que sufrimos y agonizamos aprendemos que el pecado trae retribución y causa sufrimiento, pero el dolor tiene su valor y Cristo lo sabía, ya que esto conduce por el largo y difícil sendero a la salvación.

Si conocemos el precio que el ignorante debe pagar por los errores y pecados cometidos debemos invocar el perdón del padre para que disipe las tinieblas y afluya la luz; quien conoce la luz rara vez peca deliberadamente.

La mayoría de los pecadores son simplemente ignorantes: “no saben lo que hacen”.
 2 -“DE CIERTO DICE, QUE HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”.

Uno de los ladrones crucificados al lado del maestro Jesús reconoció la divinidad del Cristo y le dijo: “Señor acuérdate de mí cuando entres en tu reino” todo hombre que reconoce la divinidad del Cristo y es sensible a la venida del quinto reino, está dispuesto a beneficiarse con las palabras: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”.

Cuando el hombre se da cuenta que está sufriendo en la cruz de la materia y llega a la cumbre del dolor desea liberarse; reconoce que sufre por sus pecados y vuelve a sus ojos al Cristo que sufre con él en la cruz y le pide que lo admita en su Reino.

Esta petición le abre la entrada al reino divino paraíso, donde ya no existe más dolor.

Esto lo conduce por el camino de la segunda iniciación.
3 -“MUJER HE AHÍ TU HIJO. DESPUÉS DIJO EL DISCÍPULO: “HE AHÍ A TU MADRE”.

De pie ante Cristo, en un nivel más bajo, estaban las dos personas que eran todo para él y desde la agonía en la cruz, les dirigió un mensaje relacionándolas entre sí.
Juan representa la personalidad que está alcanzando la perfección, cuya naturaleza comienza a ser impregnada por el AMOR DIVINO, característica principal de la segunda persona: el alma, el hijo de Dios, cuya naturaleza es amor, María representa la tercera persona, el aspecto sustancia de la naturaleza que ama y nutre el hijo y lo da a luz en Belén.
La materia misma, por ser divina, es capaz de sufrir infinitamente y aunque Dios sufre en la persona de su hijo, el también sufre en análoga y aguda agonía en la persona de la madre de ese hijo la forma material que le dio nacimiento.
Cristo está entre los dos: la madre y el padre.
Cristo une a los dos: el aspecto materia y el aspecto espíritu.
La unión de los dos produce el hijo (PADRE-HIJO-MADRE).
Corresponde a la tercera iniciación.

4 -“DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?”

La triple personalidad del maestro Jesús dio origen a esta trágica y desgarradora palabra:”ELI, ELI, ¿LAMMA SABACTAMI?”. Durante 3 largas horas lucho en las tinieblas con el problema de la relación de Dios y el alma.
El espíritu y el alma tienen que fusionarse en una gran unidad, como el ya había fusionado el alma con el cuerpo, produciéndose la transfiguración.
En la cruz ante la muchedumbre tenía que renunciar a su alma y hasta a la conciencia de ser hijo de Dios, el alma encarnada en la carne tenía que desaparecer.
Aparecía abandonado no solo por la humanidad, sino por Dios y comprendió que el alma debe estar sola, segura de u divinidad, sin ningún reconocimiento externo de esa divinidad.

Esta es la “noche oscura del alma”, preludio en la entrada del quinto reino, aunque rodeado de sus discípulos y seres queridos debía penetrar en el reino absolutamente solo.

5 -“TENGO SED”.

Esta frase no tiene un significado físico, sino uno esotérico.
Indica la sed por las almas de los hombres que experimenta aquel que se ha liberado, pues en la medida que redimamos seremos redimidos; a medida que salvemos, seremos salvados y a medida que ayudemos a otros a realizarse, seremos admitidos como ciudadanos del reino.
6 -“TODO SE HA CONSUMADO”.

Este es el grito de triunfo, porque comprendió que lo que había venido a hacer en su encarnación como salvador se había realizado.
El portal del reino estaba abierto. Nos mostró el camino que debíamos seguir, nos mostró el final de la perfección que es la entrada en el reino; por esto exclamo: CONSUMATUM EST.

7 – “PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU”

He aquí el hijo se entrega al padre para ser glorificado junto a él, el reino existe, y nuestro reconocimiento como hijos de Dios garantiza nuestra realización final y entrada en el reino del espíritu, espíritu y materia eran ahora uno solo, nos indicó como entrar en el reino de Dios, señalándolos que el amor a Dios se expresa en el servicio a los demás, aliviando su carga.
El reino es un reino de servidores, porque cada alma salvada debe, sin compromiso alguno, plegarse a las filas de los que sirven incesantemente a sus semejantes.

1- El que quiere ser el más grande de entre nosotros debe ser “servidor” de otros.

2- El que de vosotros quiere ser él “primero”, será siervo de todos.

3- Por que el hijo del hombre no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos.